El relleno es un embutido muy típico en la zona de la Serena y la Siberia extremeñas, concretamente en mi pueblo es un alimento de lo mas exquisito. Antiguamente era un manjar que solo se consumia en ocasiones especiales, como bodas, bautizos, comuniones y celebraciones de importancia, siendo poco habitual en la dieta común diaria por considerarse un producto costoso ( en aquellos tiempos de carestía).
Hoy, sin embargo, es un producto muy accesible pero poco utilizado por su elaborada preparación y porque no todo el mundo sabe prepararlo, sobretodo las nuevas generaciones.
Es una forma de aprovechar tambien ese jamón que partimos y que al final se queda duro y de adorno en el jamonero.
Tenemos un montón de recetas, de las antiguas de las de nuestras abuelas, deliciosas que no podemos permitirnos olvidar por eso quiero hacerle desde aquí un pequeño homenaje a nuestro relleno tan delicioso, tan rico lo mismo puedes usarlo en un arroz que en un cocido, y como no en ese guiso de patatas con relleno que conserva ese sabor tan espectacular y característico al paladar. Aquí os dejo la receta para que no se olvide lo bueno de nuestra tierra.

Ingredientes para 7-8 rellenos:

  • 8 tripas de hacer chorizo atadas.
  • 1.5kg de jamón serrano en trocitos muy pequeños.
  • 4 docenas de huevos en total, 2 docenas cocidos y las otras 2 batidos en crudo.
  • 1 manojito de perejil.
  • 1 pellizco generoso de azafrán.

Elaboración:

1. Se cuecen las 2 docenas de huevos y se corta el jamón en taquitos muy pequeños. Se baten en un recipiente grande y hondo, yo lo he hecho en un barreño pequeño, las otras 2 docenas de huevos. En el huevo batido añadimos el perejil muy picado, el jamón y el azafrán machacado.

2. Una vez cocidos los huevos se trocean muy pequeños y se añaden a la mezcla anterior, removiendolo todo bien.

3. Previamente, habremos lavado muy bien las tripas con agua templada. Es el momento de embuchar la mezcla dentro de a tripa ayudandonos de un embudo corto ( de los que se usan para la morcilla lustre). Una vez rellena la tripa y sin apretarla se ata dejando flojito el chorizo porque va a aumentar su volumen.

4. Ponemos al fuego una cacerola grande y honda con la mitad de agua y calentamos sin que llegue a ebullir, podemos utilizar tambien una pequeña caldera, como ha sido mi caso.

5. Introducimos los rellenos en el agua sujetandolos por la cuerda con un palito o con el rabo de una espumadera y los movemos dentro del agua para que se cuajen, sacandolos de vez en cuando para que no exploten por el calor.

6. Cuando esten bien cocidos (esto no tiene tiempo, yo lo hago a ojo. cuando se vea que estan duritos se sacan), una forma de saber si estan cocidos es pinchar por una punta, si vemos que no sale huevo ya estarian listos. Una vez que esten cocidos se sacan y se ponen a escurrir colgados. Si habeis hecho alguna vez morcilla lustre es el mismo proceso.

7. Al día siguiente ya se pueden utilizar. Yo suelo congelarlos para conservarlos, asi siempre estaran perfectos para utilizar y pueden usarse incluso congelados.

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