Las berenjenas las tenemos todavía buenísimas en los mercados: es una hortaliza buena para todo y siempre a nuestro alcance, tambien tiene otro atractivo añadido y es su económico precio, que siempre se agradece.
Hoy voy a daros esta receta de fácil elaboración y de suave y delicioso sabor; la muestra de como con una materia prima sencilla se puede preparar un plato estrella de lo más exquisito, hasta para los paladares más exigentes.
Podeis utilizar cualquier tipo de miel, yo la he utilizado de caña  y está a nuestro alcance en todos los supermercados.

Ingredientes para 4 personas:

  • 3 berenjenas grandes.
  • 6-7 cucharadas de tempura.
  • 1 vaso de agua templada fría.
  • Sal.
  • Aceite de girasol para freír.
  • Miel de caña.
  • El zumo de un limón.

Elaboración:

1. Lavamos las berenjenas y cortamos en palitos, no muy gruesos como los de la foto. Ponemos el agua con el zumo de limón e introducimos en ella los palitos para que no se oxiden y no se pongan negros.

2. Llevamos una sartén honda al fuego con abundante aceite de girasol.

3. Preparamos la tempura en un bol mezclando con el agua, añadimos sal y removemos. A continuación sacamos las berenjenas del agua, salamos y las sumergimos en la tempura, bañandolas bien.

4. El aceite lo tendremos ya caliente, pasamos las berenjenas a la sartén y freimos a fuego fuerte. Cuando esten un poquito doradas las sacamos y ponemos sobre papel absorvente para quitar el exceso de aceite. Las vamos fiendo poco a poco, no todas de golpe.

5. Emplatamos y rociamos sobre ellas la miel de caña y comemos inmediatamente antes de que se enfríe.

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