Estamos con mucho frío, pero como el paladar no sabe de temperaturas, a mí me apetecía muchísimo hacer un gazpacho como los que hacía mi abuela y despues mi padre, que el gazpacho y las migas eran su única especialidad culinaria ¡pero lo bordaba!. A nosotros nos ha gustado mucho desde siempre y es una pena que ahora se prepare en tan pocos hogares.
En tiempos pasados, mis recuerdos de niña están llenos de de este plato y aunque parece más adecuado para épocas de calor; la realidad es que se tomaba en todo tiempo. De hecho los ajos se asaban en la lumbre: enterrando la cabeza en los rescoldos de la fogata, asandolos allí lentamente. El bacalao se ponía en la parrilla; despues se desmigaba y se incorporaba al gazpacho; igualmente se hacía con los ajos que se agregaban enteros. Esto ya no podemos prepararlo en una cocina normal pero igualmente asamos el bacalao y los ajos laminados. El resultado para mí es delicioso, os dejo la receta y la probais.

Ingredientes para 4 personas:

  • 2 lomos de bacalao (o cualquier otro corte que tengais disponible).
  • 7-8 dientes de ajo laminados.
  • 3 tomates.
  • 3 pepinos.
  • 4 huevos.
  • Pan del día anterior.
  • Cilantro fresco (opcional).
  • Aceite de oliva.
  • Vinagre.
  • Agua.
  • Sal.

Elaboración:

1. Se pone al fuego una sartén con unas gotas de aceite y se dora el bacalao y los ajos en láminas, cuidando de no quemarlos. Los ajos los agregamos un poquito antes de que el bacalao este hecho para que no se nos quemen.

2. Mientras se hace el bacalao, elegimos un bol grande y picamos en trozos pequeños los tomates y el pepino: aliñamos con el vinagre y la sal.

3. Llevamos otra vez al fuego la sartén donde hemos asado el bacalao y ponemos un buen chorro de aceite, en ella freimos los huevos. Cuando esten retiramos del fuego y agregamos al bol donde tenemos los tomates y los pepinos junto con el aceite de freir (si es mucho aceite no lo ponemos todo). Rompemos los huevos y troceados el bacalao con las manos, añadiendolo al bol junto con los ajos asados.


4. Le ponemos el agua, la suficiente para cubrirlo todo bien y agregamos el pan en trozos remojando bien. Si queremos poner cilantro fresco cogemos unas ramitas y cortamos muy finito incorporandolo al gazpacho (le da un toque especial), si no se quiere no se pone. Rectificamos de sal y ya tenemos listo nuestro gazpacho. Dejamos unos minutos antes de servir para que el pan se esponje bien y quede blandito.
¡Delicioso!

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